Pues sí, ha llegado la hora. Otro redactor senior que se marcha de ABC, pero esta vez por voluntad propia. Treinta y cuatro años en la sección de deportes tocando todos los palos y desde 2005 dirigiendo el exitoso suplemento ABC de la Vela, en primera instancia y ABC de la Náutica, después. Casi 20 años de suplemento informando sobre el mundo de la vela y, por supuesto, diciendo la verdad, una verdad que me ha costado muchos disgustos, pero que ahora me río de aquellos que quisieron y no pudieron callarme. Para ser justo, quiero dar las gracias a Emma Peña e Icíar Miner, que han sido las «madres» de este suplemento y le han dotado de la espectacularidad que tiene. A Nicolás Terry, Jaume Soler, Dury Alonso y José Luis Suevos, que han aportado su pluma desde el número cero de un modo altruista. Al departamento de publicidad, con Fernando Álvarez primero y Alberto de los Santos y Javier Mira, después. Y a David Peiró, el paño de lágrimas dentro de la Casa de ABC. No quiero dejar de mostrar mi agradecimiento a Catalina Luca de Tena, nuestra editora. La verdad es que lo hemos pasado muy bien. Hemos tenido el apoyo de casi todos los directores del periódico, en especial de José Antonio Zarzalejos, y hemos procurado ser muy fieles a «El Valor de la Palabra», el eslogan de ABC. Nos hemos sentido muy valorados en algunos momentos, así como también repudiados por ciertos personajes. La envidia es libre y ya se sabe que cuando alguien tiene éxito hay personas que no son capaces de asimilarlo. El balance ha sido positivo. El producto ha sido bueno, nunca ha primado el aspecto económico ante el informativo; la verdad ha prevalecido en todos y cada uno de los 224 números editados y siempre hemos encajado perfectamente las broncas de terceras personas por ser rectos en nuestros ideales y no querer tergiversar la verdad, pero eso pasa en todas las grandes familias. En fin, que no se acaba el mundo. Ha sido mi penúltimo bordo. Mañana 1 de noviembre ya no volveré a escribir ni editar ningún texto en ningún producto de lo que ha sido, hasta hoy, mi Casa. Ahora bien, eso no quiere decir que lo deje. La vela ha sido prácticamente mi vida y no la voy a dejar abandonada. Han sido muchas vueltas al mundo desde tiempos inmemoriales, muchas Copa América, la última la que ganaron los kiwis en Barcelona, muchos Juegos Olímpicos viendo ganar medallas a los nuestros, muchas regatas de grandes circuitos como 52 Super Series y RC 44, muchas entrevistas, entre ellas al Rey Juan Carlos y al Rey Felipe y muchas regatas infantiles y juveniles. No se me ha quedado nada en el tintero porque he sido fiel a mis principios. Habrá sorpresas y a alguno se le van a erizar los pelos, pero mientras tanto retomaré mi página personal cuadernosdeperiodismo.com y mi blog «Las Verdades del Barquero».