Sánchez logra la unanimidad oficial en el PSOE... hasta las elecciones
En un Comité Federal plácido Pedro Sánchez ha sacado adelante el nuevo reglamento del partido que consolida un modelo de partido en el que se refuerza el poder de los militantes y de la Ejecutiva Federal. Lo ha hecho por unanimidad y sin críticas en el máximo órgano del partido, aunque algunos dirigentes territoriales han advertido que lo fundamental es convertirse en alternativa política y convencer a los votantes. Todo estaba tan atado que en el momento de la votación ya habían abandonado la sala barones como Emiliano García Page, Javier Lambán o los andaluces Mario Jiménez y Juan Cornejo. Pero también afines a Sánchez como Miquel Iceta o Meritxell Batet.
Sin oposición real. Nadie que se opusiera a los planteamientos del secretario general, ni en lo político ni lo organizativo, quiso manifestarlo en el máximo órgano del partido. Tras el discurso político del secretario general, centrado por completo en la crítica al Gobierno de Mariano Rajoy, han pedido la palabra 20 personas. Prácticamente todos acérrimos apoyos del secretario general. Para empezar todos los secretarios generales afines a Sánchez. La ausencia de Susana Díaz aumentó la sensación de que el actual líder carece de contestación.
De la sala de la casa del Gobernador de Aranjuez, solo se oían constantes aplausos. Fue en los aledaños del cónclave donde el rumor de la resignación adoptó formas críticas. Algo que, en cierta forma, en Ferraz ya esperaban: «El que busque conflicto lo tendrá que buscarla fuera del Comité Federal».
El presidente de Aragón, Javier Lambán, no ocultó su escepticismo con la nueva situación del partido. A su llegada a Aranjuez reconocía hacerlo sin haberse leído el nuevo reglamento del partido, esperando que Pedro Sánchez se lo explicase. Pero el presidente aragonés ya había abandonado el cónclave cuando en torno a las dos de la tarde del secretario de Organización tomaba la palabra para explicar un reglamento ya desgranado por completo durante las últimas semanas.
Aunque Lambán rechazó que el PSOE se haya podemizado, sí manifestó discrepancias con el análisis del secretario general. Si en su discurso Sánchez hablaba de que «un PSOE más cercano a sus militantes es un PSOE cercano a sus votantes», Lambán invertía esa lógica: «La legitimación de un representante político no la dan los militantes sino los ciudadanos».
El presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, hizo a su llegada al cónclave una radiografía muy cruda del partido. Destacó que lo importante de los reglamentos es «que refuercen los ligamentos del partido» para lograr una mayoría social y pelear por la victoria electoral reconociendo que «todavía no se nota en las encuestas el respaldo mayoritario».
Page planteó que el último Congreso Federal «estableció un camino y es el que se tiene que seguir» porque «no tiene sentido poner patas arriba lo que salió del Congreso» ni «se entendería que siguiéramos enzarzados en contradicciones internas». Es decir, la batalla que los barones no libraron en el 39 Congreso tras las primarias se arrastrará durante todo el mandato. Otro importante dirigente territorial admitía en privado que Sánchez "se ha ganado el derecho" a proceder de este modo, pero advertía que "los militantes se encuentran más a la izquierda que los votantes".
En su intervención en abierto Sánchez había estblecido el reto de ser "la fuerza más votada" en los comicios municipales y autonómicos de 2019. Pero fuentes de la formación aseguran que al final de todas las intervenciones, y en su discurso de cierre ha querido reforzar esa idea, y ha instado a "aprovechar la oportunidad" que supone "la división entre las derechas". Aunque las últimas encuestas apuntan al estancamiento del partido, Ferraz cree que pueden ser la fuerza más votada por la pérdida de apoyos del PP en favor de Ciudadanos. Y ha llamado a convertir al PSOE "en el rompeolas progresista" ante el auge de "la marea neoconservadora".