A la velocidad de la luz, sin ni siquiera necesitar una hora, Alexander Zverev dio una lección a Denis Shapovalov, quien se despide de mala manera del Mutua Madrid Open después de una semana estupenda. La joya canadiense ha llegado hasta semifinales, muy meritorio su torneo, pero ahí se encontró con un rival superlativo que avanza en silencio a la final. El domingo, Zverev-Thiem en la lucha por el trono de Nadal.
Zverev, segundo cabeza de serie, está asentado en la élite porque juega muy bien al tenis. En la Caja Mágica, habituado a competir de noche, ha ido superando adversarios con relativa comodidad y abrumó por completo a Shapovalov en la penúltima etapa. Solo le queda rematar su tremenda evolución en tierra.
Número tres del mundo, el alemán aterrizó en la capital española después de conquistar el torneo de Múnich, también en arcilla. En su palmarés ya lucen dos Masters 1.000, Roma y Montreal, y aspira ahora a escribir su nombre en el Mutua Madrid Open. Contará con menos tiempo para descansar, pues Thiem terminó su pulso ante Thiem antes de las 18 horas, pero Zverev puede con todo. Es un peligro a tener muy en cuenta.