Borrell subraya que la acogida del Aquaruis es un llamamiento a la UE a dejar de ponerse de perfil

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, subrayó ayer que la decisión del Gobierno de dar acogida al barco Aquarius que lleva 629 inmigrantes a bordo es un llamamiento a todos los países europeos a dejar de ponerse de perfil y mirar para otro lado ante el problema de los refugiados. Borrell, que participó en un acto en la UNED en homenaje al expresidente del Congreso de los Diputados Manuel Marín, insistió en que el de los refugiados es «un problema de todos, no un año de Grecia, al año siguiente de Italia y puede que nos toque a nosotros dentro de poco». Por ello, indicó que con su actitud España quiere ponerlo sobre la mesa del próximo Consejo Europeo para que se afronte de manera «solidaria y coordinada» entre todos. El ministro dijo que las autoridades italianas han agradecido el gesto y recordó que Italia ha recibido un «flujo enorme de inmigrantes» y hasta ahora no ha habido mucha solidaridad por parte de los países europeos, a pesar de que «las fronteras de Europa son las fronteras de los europeos, no solo de un país determinado», dijo. Reiteró Borrell su opinión de que la decisión española «marca un cambio en la dinámica en que todo el mundo se ponía de perfil y dejaba que afrontara la carga el país que se encontrara más cerca del problema».