Cuando seatrapó el audio
¿Imaginaríamos cualquier actividad de nuestra vida cotidiana o festiva que no esté acompañada de la música? O a un adolescente en los diversos lugares que frecuente ¿sin sus audífonos?
Esta posibilidad que la tecnología permite, mediante un equipo reducido y cómodo inicia con la inquietud que despertó hace más de 160 años por atrapar el sonido como se había logrado con la imagen mediante la fotografía.
El reto entonces, era grabar una conversación. Así un impresor, librero y escritor francés Édpiard-León de Martinville inició la búsqueda de un medio mecánico que le permitiera transcribir los sonidos vocales. El camino elegido después de mucho reflexionar fue estudiar el oído, así fue, que imitó el tímpano con membrana elástica diseñó unas palancas que simularían el sistema auditivo, que de tan pequeño cabe en una moneda de 10 centavos, y se conforma por tres huesos: martillo, yunque y estribo que amplifican el sonido de la vibración del tímpano. Martinville “atrapó” el sonido en una superficie ahumada de papel, madera o vidrio llamándola “fonoautógrafo”. Con la patente en mano, vendió aparatos para investigar el sonido, que aun grabado, no se podía reproducir.
Después de varios intentos por escuchar el sonido registrado, T.A. Edison inventa el “fonógrafo” o “sonido escrito” que lo reproducía mediante impulsos mecánicos de una aguja que se desplazaba por la superficie donde se encontraban los surcos que había marcado el sonido.
A partir de este momento todo fue perfeccionar el equipo, pasando de cilindros que registraban el sonido, a discos planos que permitían una reproducción masiva. Así llegamos a nuestros días con equipos incluso individuales que nos permiten disfrutar del maravilloso sonido expresado en música o palabras.
El estudio del oído fue clave para descubrir el equipo que lo reproduce pero el verdadero protagonista es este maravilloso órgano auditivo que además es centro del equilibrio, nunca duerme, los sonidos excesivamente fuertes pueden dañarlo y se auto protege con la cerilla. Las orejas captan las ondas sonoras y como no dejan de crecer se convierten en apoyo importante en la vejez para captar mejor el sonido. El oído es un órgano especial y poderoso que ha llevado al pedagogo J.Dewey a expresar que “El lenguaje existe sólo cuando es oído y hablado” En estas fiestas vale bajar el volumen y cuidar este importante órgano.