Horarios de hierro y mundiales durante la Selectividad: la dura vida del alumno deportista
La dificultad para compaginar los estudios fuerza a muchos alumnos a abandonar el deporte y otras actividades que exigen alta dedicación, como la danza y la música
Ángel Navarro corre por la pista del estadio de atletismo del Turia, en Valencia. Acaba de terminar 10 lanzamientos de disco a la hora perfecta: es sábado por la mañana, en las instalaciones hay poca gente, y él puede dar rienda suelta a su potencia, que le permite lanzar la plancha metálica a más de 50 metros, sin peligro de descalabrar a nadie. Navarro, cuyas marcas le han permitido ser campeón de España en categoría Sub-18, tiene 17 años, estudia un ciclo medio de Formación Profesional y vive desde Primaria sin perder de vista el horario. Seguirlo férreamente, asegura y corroboran los expertos, es el único camino para que un adolescente compagine con éxito los estudios y la actividad deportiva de alto nivel. Dos mundos que viven en buena medida de espaldas, lo que aumenta el riesgo de fracaso escolar o, con mayor frecuencia, de que abandonen el deporte.