La trama que fabricaba lanchas de alta velocidad para narcos tenía seis embarcaciones ya listas para traficar

La operación policial contra una organización criminal dedicada a la fabricación de embarcaciones de alta velocidad, asentada en Pontevedra pero con infraestructura en varios puntos de España e incluso Portugal, culminó con la detención de un total de 22 supuestos miembros de la red. Cuando los agentes, en una operación conjunta del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, la Guardia Civil y la Policía Nacional, irrumpieron en las naves donde la organización fabricaba las embarcaciones, se encontraron con más de 20 lanchas en diversos estados de finalización. Seis de ellas estaban ya preparadas para ser botadas de forma inminente y emplearse para el transporte de grandes cantidades de estupefacientes.


Las 22 detenciones se produjeron durante un total de 27 domicilios y naves industriales, en las provincias de Pontevedra, La Coruña, Madrid, Salamanca y Barcelona. También hubo, según ha informado este martes la Agencia Tributaria en un comunicado, dos registros en el norte de Portugal, en las localidades de Viana do Castelo y de Valença do Miño, para los que los agentes contaron con la colaboración de la Policía Judiciaria de Portugal.


Las pesquisas policiales habían permitido identificar y delimitar las funciones que cada miembro de la organización desempeñaba en la fabricación de estas embarcaciones que se llevaba a cabo en distintas naves e la provincia de Pontevedra. Una vez fabricadas en Galicia, las embarcaciones eran puestas a punto y culminadas, dotándolas de todo el equipamiento necesario, en varios enclaves del país vecino y otras ciudades españolas.


Los investigadores destacan la «alta especialización» de esta trama, tanto en la fabricación como en la custodia y la finalización de estas embarcaciones. Una vez las lanchas estaban listas, los miembros del entramado llevaban a cabo su botadura en distintos puntos de la geografía española, siendo posteriormente empleadas para el transporte de estupefacientes en la zona sur de España. La operación, bautizada como 'Munari-Cundinamarca-Tulipán', ha estado pilotada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cambados (Pontevedra).