Cayetano y Ginés Marín se baten en un duelo que acaba por la puerta grande
Tarde de rivalidad de dos toreros tan diferentes como Cayetano y Ginés Marín, los dos apoderados por Curro Vázquez, y los dos sin dejarse ganar la partida, en un auténtico duelo en el que ninguno se dejó nada en el esportón. Al contrario, los dos a cara de perro en busca del triunfo. Siete orejas, tres y cuatro, fue el balance personal de uno y otro, con la puerta grande abierta de par en par. La desigual en forma y fondo corrida de Antonio Palla y Hermanos Cambronell, no fue impedimento para la entrega total, incluso colaboró en muchos momentos. Desde que se abrió de capote Cayetano se esforzó y hasta toreó con buen aire al primero, del que cortó un trofeo. La traca llegó en el cuarto, el más serio del festejo, con el que salió a por todas. Bueno, malo y regular, que de todo hubo en una faena de un torero que no quería perder el envite con su compañero de apoderamiento. Las orejas le arrancó a golpe de raza. Por su parte, Ginés Marín dejó las cosas claras con el segundo, al que a las exquisiteces de su toreo al natural le siguió un final que encandiló, como en el quinto. Con todo a favor cuajó el mejor toreo de la tarde, el más templado y el de mayor hondura. Estoconazo y otras dos orejas, que le hacían ganar por un punto a su competidor en una corrida en la que los dos se batieron el cobre con el objetivo de no perder la partida. El tercero en discordia fue Ángel Téllez, quien tras una discreta actuación ante el tercero, salió espoleado con el sexto, pero la espada le hizo salir andando de la plaza.