Clase de viola
La ideología por encima de todo, así nos va. Parece que da igual el talento, el conocimiento, la aptitud, incluso la necesidad práctica. Por encima de todo eso, manda la ideología. Hace unas semanas este mismo periódico desvelaba que una profesora interina se veía obligada a dejar su puesto en un conservatorio después de 35 años de docencia, al no contar con la titulación oficial en valenciano. Si alguno pensaba que este era un hecho aislado, va a ser que no. Esta semana segunda parte. Un profesor, también de música, de una asignatura específica, viola clásica , tampoco puede dar clase por la misma situación pero dándole una vuelta más al tema, resulta que la asignatura en cuestión sólo se imparte en ese conservatorio en toda la Comunidad Valenciana. Los docentes de viola clásica no abundan y el resultado es el mismo que el de el anterior caso. Los perjudicados, los alumnos. Ahora se convoca por el procedimiento de urgencia la plaza: si lees este artículo y estás pensando en presentarte recuerda que ser un virtuoso de la viola no será suficiente si no acreditas la titulación necesaria en valenciano. Responsabilidad de todos es cuidar la lengua valenciana, quererla, la queremos de serie, pero cuidarla y promover su uso no queda muy lejos de la ideología y la imposición. No se es menos valenciano en función de si hablas un idioma u otro. Antes que otras cosas está la formación, y la calidad de la enseñanza, en alemán, en valenciano o en chino. Sólo así seremos competitivos como territorio, sólo así creceremos , hay momentos en los que hay que saber modular , y este es uno de esos momentos. La mejor de las leyes, llevada hasta sus últimas consecuencias, termina siendo mala, y si los que deciden no lo ven, o peor, no quieren verlo, tenemos un problema, más allá de quién sea el que toque la viola