La atención a mujeres en la administración de su patrimonio
Las mujeres cada vez en mayor número, se hacen cargo de la administración del patrimonio personal, empresarial y/o familiar.
Durante nuestra vida productiva, conforme los ingresos van siendo superiores a los gastos, surge la oportunidad de generar ahorros. Estos generalmente se destinan al pago de la prima de una casa o vehículo, la compra de un lote, depositarlos para invertir en certificados, bonos o fondos de inversión, montar una empresa, entre otros. O bien, una combinación de ellos. De esta manera se van aumentando los activos del patrimonio personal o familiar, lo que a su vez obliga a las personas a ir adquiriendo conocimientos para administrarlos adecuadamente, así como buscar la asesoría necesaria para el pago de impuestos, llevar una contabilidad, aunque sea básica, protegerse con seguros y seleccionar las inversiones que más se ajusten a sus objetivos y necesidades.
Tradicionalmente, esta administración y conocimientos sobre el patrimonio en una familia, recaía en el hombre, el padre de familia. Y, además, no era de conocimiento de los demás integrantes, su esposa e hijos. Eventualmente daban a conocer el estado de su patrimonio familiar hasta cuando estaba a avanzada edad o cuando suponían que estaban en sus últimos años de vida. Sin embargo, lo más común era que la familia y en especial su esposa, tuvieran conocimiento de esta situación hasta después de fallecer su esposo. Llevándola de un día para el otro, a asumir la responsabilidad de la administración de los activos y todo lo que ello conlleva, sin tener un conocimiento previo de la gestión adecuada de los mismos.
Favorablemente, a través de los años, esta situación ha ido cambiando, y hoy las mujeres cada vez en mayor número, se hacen cargo de la administración del patrimonio personal, empresarial y/o familiar. Las razones son variadas: permanecen más tiempo solteras ( lo que les permite generar mayores ahorros), las casadas asumen la responsabilidad de manejar las finanzas e inversiones familiares, las divorciadas organizan el dinero que reciben de la custodia de sus hijos, las viudas reciben los activos de sus parejas o también en algunos casos se hacen cargo de sus padres cuando enferman o fallece uno de ellos.
Además, cada día hay más mujeres que ejercen profesionalmente en puestos ejecutivos de alto rango, por lo que son administradoras tanto en la empresa en donde laboran como en la familia, sin embargo, no todas tienen conocimiento sobre la forma adecuada de administrar y preservar su patrimonio, por lo que es de vital importancia que cuenten con la asesoría de un experto.
Las empresas de diversas industrias, como la financiera, la de bienes raíces y la de automóviles se han dado cuenta del potencial de compra que tienen las mujeres, razón que los ha llevado a adaptar su oferta para atraer a este público.
La industria bursátil también ha tenido que adaptar su servicio, de forma que el mismo se ajuste a las preferencias y necesidades de las mujeres, brindándoles una asesoría financiera detallada sobre las diferentes opciones de activos que pueden considerar para diversificar su portafolio y los que se ajustan a sus necesidades, además que se les evalúe el nivel de riesgo y se les guíe para un planeamiento a corto, mediano y largo plazo. Según la etapa de vida en que se encuentren y sus objetivos de inversión, es importante destacar, que las mujeres son más cautelosas a la hora de tomar decisiones que impactan su vida, por esta razón, una gestión patrimonial personalizada es vital para este público.