Iglesia católica de Costa Rica aprueba bendiciones no litúrgicas a parejas del mismo sexo
Un vocero de la Conferencia Episcopal confirmó este martes que parejas del mismo sexo, matrimonios civiles y también uniones de hecho podrán ser bendecidas por la Iglesia.
Si dos personas solicitan una bendición, aunque su situación de pareja sea “irregular”, será posible que el ministro ordenado dé su consentimiento siempre y cuando dicho gesto de cercanía pastoral evite cualquier elemento que se asemeje remotamente a un rito matrimonial.
Esto lo expresa la declaración Fiducia supplicans sobre el significado pastoral de las bendiciones, divulgada por el dicasterio para la Doctrina de la Fe y aprobada por el papa Francisco el pasado 18 de diciembre. Esto lo acoge plenamente el clero en Costa Rica.
Así lo confirmó el presbítero Edwin Aguiluz Milla, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Pastoral Social-Caritas y vocero de la Conferencia Episcopal para este tema, en declaraciones brindadas en el programa radiofónico Nuestra Voz.
Otorgar estas bendiciones ha causado tanto revuelo en foros y redes sociales que la Santa Sede se vio forzada a emitir la semana pasada un comunicado de prensa para ayudar a clarificar la recepción de Fiducia supplicans y en torno a la cual recomendó una lectura “completa y reposada de la declaración para comprender mejor el sentido de su propuesta”.
Aguiluz Milla aclaró que el documento versa sobre la bendición de todas las personas sin excepción alguna y el texto recuerda que Dios bendice sin hacer distinciones.
Existe, dijo, una línea ascendente de bendiciones donde las personas bendicen a Dios y le dan gracias, y una línea descendente donde son los clérigos quienes bendicen en nombre de Dios.
Sin embargo, la posibilidad de administrarlas a parejas del mismo sexo, matrimonios civiles, unión libre u otra situación irregular no debe guardar, por la forma o su sentido aplicación, semejanza o relación con la bendición propia del sacramento del matrimonio.
En estos casos, dijo Aguiluz Milla, se invoca una bendición descendente de Dios sobre quienes, reconociéndose desamparados y necesitados de su ayuda, no pretenden la legitimidad de su propio estatus.
Más bien, indicó, ruegan que todo lo que hay de verdadero, bueno y humanamente válido en sus vidas y relaciones, también sea bendecido, santificado y elevado por la presencia del Espíritu Santo.
Ni herética, ni blasfema
En su comunicado, la Santa Sede sí confirmó que ha recibido “comprensibles manifestaciones” de conferencias episcopales las cuales evidencian la necesidad de un tiempo más prolongado de reflexión pastoral por el revuelo ocasionado al punto que, revela la nota de prensa, Fiducia supplicans ha sido calificada de herética (contraria a la tradición de la Iglesia) o blasfema.
“Lo que han expresado esas conferencias episcopales no puede interpretarse como una oposición doctrinal, porque el documento es claro y clásico sobre el matrimonio y la sexualidad. Hay varias frases contundentes de la declaración que no dejan dudas”, dice la nota del Vaticano.
En sus aclaraciones, la Iglesia asegura que la declaración es firme en la doctrina tradicional sobre el matrimonio, al impedir rito o bendición similar al acto litúrgico matrimonial que pueda causar confusión.
En otro punto, dice que, como la Iglesia siempre ha considerado moralmente lícitas solo las relaciones sexuales dentro del matrimonio, no tiene potestad para conferir su bendición litúrgica cuando esta, de alguna manera, puede ofrecer una forma de legitimidad moral a una unión que presume de ser un matrimonio o a una práctica sexual extramatrimonial.
Aguiluz Milla comentó que la novedad doctrinal del escrito no tiene que ver con grupos particulares o condiciones.
“No todo acto de culto u oración es litúrgico. La liturgia es un culto muy regulado en la Iglesia aun y cuando existan otras formas de culto. Hay oraciones muy queridas, como rezar el rosario, las cuales no son litúrgicas. Lo mismo con las bendiciones y es, en este contexto, donde se sitúan estas en particular”, aclaró.
Aspectos prácticos
Según la nota de prensa del Vaticano, Fiducia supplicans contiene la propuesta de breves y simples bendiciones pastorales (no litúrgicas ni ritualizadas) a parejas (no a las uniones) irregulares.
Aun así, reconoce que en sus aspectos prácticos, puede requerir “más o menos tiempo para su aplicación de acuerdo con los contextos locales, según el discernimiento de cada obispo diocesano con su diócesis”.
De acuerdo con su aclaración, en algunos lugares no se advierten dificultades para una aplicación inmediata, pero en otros hay necesidad de “no innovar mientras se toman todo el tiempo que haga falta para la lectura y la interpretación”, agrega el comunicado.
Algunos obispos han establecido que cada sacerdote podrá discernir y realizar estas bendiciones solo en privado, citó a modo de ejemplo la aclaración oficial.
Para la Santa Sede, nada de esto resulta problemático si se expresa en un marco de respeto hacia un texto firmado y aprobado por el papa Francisco.
Cada obispo local, por su función propia, detenta la potestad del discernimiento en ese lugar tan concreto que él conoce más que otros porque es su rebaño.
“La prudencia y la atención al contexto eclesial y a la cultura local podrían admitir diversos modos de aplicación, pero no una negación total o definitiva de este paso que se está proponiendo a los sacerdotes”, precisó el dicasterio para la Doctrina de la Fe.