El distrito de Gratosoglio , en Milán , fue el escenario del crimen ocasionado este lunes por un grupo de menores (de entre 11 y 13 años ) al atropellar con un coche robado a Cecilia de Astis, una mujer de 71 años que murió tras el violento impacto. Las grabaciones de seguridad muestran cómo los menores, después de tomar una curva a gran velocidad , arrollaron a la mujer –que estaba en una parada de autobús– e impactaron, sin frenar, contra una señal de tráfico. Huyeron a pie dejándo atrás y sin auxilio a Cecilia, quien no pudo ser reanimada por los servicios de emergencia. Los agentes consiguieron dar con el paradero de los menores a través de las cámaras de seguridad y terminaron con su inmediata detención en el campamento donde viven con sus familiares por el delito de homicidio en carretera agravado por omisión de auxilio . Si se confirma que los implicados son menores de 14 años, el caso pasará a la Fiscalía de Menores, ya que no podrán ser responsabilizados penalmente como adultos . El turismo había sido denunciado como robado la noche anterior por un grupo de turistas franceses . Su propietario, un joven de 20 años que viajaba con tres amigos, perdió el vehículo en la calle cuando regresaban al hostal. Al día siguiente, el coche apareció implicado en el siniestro y fue abandonado en el lugar de los hechos. Cecilia era una mujer con una vida intensa, asentada por completo en la comunidad de Gratosoglio, donde formó su familia e hizo amigos, según lo recoge 'La Stampa'. Originaria de Ruvo di Puglia , municipio en la provincia de Bari, se mudó a Milán hacía casi cuarenta años junto con su marido para comenzar una nueva etapa. Cada verano, sus familiares le pedían que volviera, y este año tampoco faltó la invitación. Sin embargo, había decidido quedarse en Milán, la ciudad que se había convertido en su hogar y donde vivía cerca de sus dos hijos y su hermana . En la capital lombarda había trabajado durante más de treinta años en la fábrica de algodón Cederna, dejando su puesto poco antes del cierre definitivo de la planta en 2020. En el grupo social abierto por los antiguos empleados de la fábrica de algodón llegaron decenas de mensajes de condolencia y recuerdo. Viuda desde hacía unos quince años, había encontrado en la familia, los viajes y la vida social su mundo. Los investigadores revisan ahora las horas previas al accidente para determinar qué hicieron los cuatro menores y si guardan relación con otros incidentes en la zona
