El reto de viajar con restricciones alimentarias: «No permitas que un desayuno, comida o cena te impidan descubrir el mundo»
Elegir un destino, planificar los lugares que ver, buscar restaurantes… La rutina Santi Alberich a la hora de organizar un viaje no dista mucho de un turista cualquiera; sin embargo, su realidad es algo más complicada. Santi es celíaco; intolerante a la lactosa; alérgico al pescado, a la profilina, a algunas frutas, al polen, a las gramíneas y al polvo, y tiene esofagitis eosinofílica. Pero esta larga lista no le ha impedido disfrutar de sus tres grandes pasiones: viajar, comer y conducir.
Hace ya dos años que este viajero empedernido dejó su Sabadell natal para embarcarse la aventura de recorrer el planeta a bordo de su furgoneta camperizada, a la que ha bautizado como Vicky. «Imprimí un mapa del mundo y empecé a dibujar una ruta en coche. Cuando me di cuenta, estaba pintando en América, África y Asia, y me dije: podría cumplir mi sueño de dar la vuelta al mundo«, cuenta a 20minutos.
Y así ha sido. El catalán acumula ya más de 38.000 kilómetros por carretera, una experiencia que combina con otro de sus proyectos vitales: ayudar a otras personas con restricciones alimentarias. Con ese objetivo en mente, Santi creó NO LIMEATS, una web repleta de consejos, herramientas (como mapas de restaurantes) y entrevistas a personas con situaciones similares a la suya, buscando así concienciar a los viajeros, a la sociedad y los hosteleros, y al mismo tiempo lanzar un mensaje de «Sí se puede».
