La venta de Badé, última gran plusvalía de un descubrimiento de Monchi

La venta de Loïc Badé al Bayer Leverkusen en las primera ficha del complejo ajedrez que ha organizado el Sevilla en el mercado de fichajes, apurando hasta última hora gran parte de los movimientos con la vista puesta en sacarle el mayor rendimiento a sus activos. La situación económica del club aprieta a los dirigentes a tomar este tipo de medidas y la propia plantilla es consciente de que cualquier oferta por uno de ellos será estudiada por el club, con visos de ser aceptada si entra en los parámetros o valoración que hayan hecho de los jugadores desde la Dirección Deportiva. La del central francés es la operación de mayor envergadura económica desde que los sevillista vendieron a Jules Koundé al Barcelona en el verano de 2022. De hecho, el propio Badé llegó al enero siguiente para suplir las deficiencias de la plantilla en defensa, pese a los fichajes de Nianzou y Marcao. Ese enero de 2023 fue el último mercado de Monchi como director deportivo del Sevilla. Además del defensor, se firmaron cedidos a Gueye y Bryan Gil , colaborando activamente el último en la conquista de la séptima Europa League, al igual que el propio Badé . Justo después de la final confirmaba Monchi desde la hierba que iban a ejercer la opción de compra de 12 millones por el central . Dicho y hecho. Dos años después de esa operación se ha vendido por casi el triple de lo abonado. Una gran plusvalía que se suma a las innumerables conseguidas por el de San Fernando a lo largo de sus más de 20 años como director deportivo del conjunto de Nervión. Se puede decir incluso que es la última gran venta o plusvalía que se ha conseguido en el Sevilla por un descubrimiento de Monchi. Los otros jugadores que quedan de su etapa, estando seis actualmente en la plantilla, como sin Marcao, Nianzou, Jordán, Pedrosa, Januzaj y Gudelj , además de los cedidos Rafa Mir y Gattoni , no apuntan a que se les pueda conseguir un alto sobreprecio, más bien todo lo contrario. Es el lunar o mancha que ha quedado de la última época de Monchi , del que se obvia con frecuencia la enorme cantidad de millones en plusvalías y plata en las vitrinas que dejó en el Sánchez-Pizjuán .