Por qué hay que quitar las pegatinas de las cajas de cartón antes de tirarlo al contenedor
Cada día llegan a miles de hogares paquetes procedentes de compras online. Una vez abierto el envío, la mayoría de personas dobla la caja y la tira directamente al contenedor azul sin reparar en un detalle importante: las pegatinas con datos personales que siguen pegadas al cartón.
Estas etiquetas suelen incluir información sensible como el nombre completo, la dirección, el número de teléfono e incluso referencias a documentos oficiales. Aunque pueda parecer un riesgo menor, expertos en ciberseguridad y protección de datos advierten de que estos datos pueden ser utilizados por terceros con fines fraudulentos.
Un riesgo real de fraude
Las pegatinas de envío facilitan información suficiente para intentar suplantar la identidad del destinatario. Con estos datos, algunas personas pueden realizar compras online fraudulentas, darse de alta en servicios o incluso intentar estafas más complejas. El problema se agrava cuando las cajas se depositan en la vía pública o en contenedores fácilmente accesibles.
En un contexto en el que el fraude digital va en aumento, cualquier descuido puede convertirse en una puerta de entrada para los delincuentes. Por ello, eliminar correctamente estas etiquetas se ha convertido en una recomendación básica de seguridad.
Cómo eliminar los datos personales
Quitar la pegatina no siempre es suficiente, ya que en muchos casos los datos quedan marcados en el cartón. Una de las formas más eficaces de borrar la información es aplicar calor sobre la etiqueta. El uso de un secador de pelo o, con mucha precaución, la llama de un mechero, puede hacer que la tinta térmica desaparezca y los datos queden ilegibles.
Otra opción es romper la etiqueta en varios trozos o cubrirla completamente con rotulador permanente antes de tirar la caja. Lo importante es asegurarse de que la información no pueda leerse.
Un pequeño gesto con gran impacto
Eliminar las pegatinas con datos personales antes de reciclar el cartón es un gesto sencillo que puede evitar problemas graves. Además de contribuir al reciclaje responsable, protege la privacidad y reduce el riesgo de sufrir fraudes.
La próxima vez que recibas un paquete, recuerda: antes de tirarlo al contenedor, revisa la caja y asegúrate de que tus datos personales no acaban en manos equivocadas.
