Manolo el del bombo, desolado por no viajar al Mundial de Qatar: «España espera que acompañe a la selección»
España ha comenzado su andadura en el Mundial 2022 de Qatar con una aplastante e histórica victoria por 7-0 ante Costa Rica , pero sin su 'jugador número 12' entre el público que alienta a los 26 elegidos por Luis Enrique al este de la península arábiga. Manuel Cáceres (Ciudad Real, 1949), conocido popularmente como Manolo el del Bombo , permanece en su refugio de Moncofa (Castellón) a la espera de una ayuda -o, prácticamente, un milagro- que le permita viajar apoyar a 'La Roja' en la que sería su 11ª edición mundialista. Desde Naranjito 82 hasta Rusia 2018 pasando por Sudáfrica 2010. En todos ellos, el sonido del tambor de Manolo se ha escuchado en cada partido del combinado nacional. Definido como « el hincha más famoso de España » por el periódico británico The Guardian, este manchego de 73 años -también aficionado del Valencia CF- ha acompañado a la selección en más de 400 encuentros. Toda una leyenda de las gradas que permanece en suelo español ante la dificultad de encontrar alojamiento en Doha tras anunciar que finalmente sí acudiría a Qatar. «La Federación me ha dicho que si llegamos a semifinales podré ir a ver a la selección seguro, pero a mí lo que me gustaría es ir cuanto antes», ha declarado Manolo 'el del bombo' a ABC . «Anímicamente me encuentro mal y muy disgustado, me gustaría que me dieran una solución para acudir al próximo partido ante Alemania», ha añadido. El aficionado manchego afincado en Valencia lamenta el fallo de comunicación a la hora de concretar los detalles del viaje a Qatar, pues tan solo le avisaron con dos días de antelación de que tenía que tener habitación reservada para poder entrar al país qatarí. «Me pidieron todos los datos para tramitar el viaje, incluso compré los billetes de AVE para ir de Zaragoza a Madrid y coger el avión, pero un par de días antes me preguntaron si tenía hotel y les dije que no», relata a este periódico. Imagen de archivo de Manolo el del bombo antes de un partido de la selección española MANUEL GÓMEZ Fue en ese momento cuando se enteró que era «imposible» entrar sin hospedaje. Un jarro de agua fría después de ilusionarse con el que hubiera sido su 11º Mundial de fútbol. «No estoy seguro de que finalmente pueda ir, pero todavía quiero confiar, ya que llegar a semifinales siempre es complicado», señala Manolo. « Si esto me lo dicen quince días antes , tengo amigos allí que me podrían haberme ayudado, pero en dos días no podían hacerlo», explica. «Los aficionados que me veían por la calle esta semana me preguntaban si iba a ir a Qatar y yo les decía que sí. ¿Cómo no va a ir Manolo el del bombo con la selección? », reflexiona este trotamundos futboleros que comenzó su idilio internacional con el combinado nacional en 1979 en un partido contra Chipre. Reclamo publicitario Durante las últimas décadas, el aficionado más conocido de España se ha convertido en todo un reclamo publicitario para muchas marcas que, a lo largo de las citas futbolísticas internacionales, tanto Mundiales como Eurocopas, han aprovechado su tirón entre el público para ligar la imagen de Manolo con 'La Roja'. Pese a las dificultades que atisba para conseguir a Qatar, no tira la toalla. De hecho, espera cerrar su ciclo como aficionado emblema en el Mundial que se celebrará en 2026 en Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México). « Espero decir que he ido a doce mundiales », subraya Manolo, quien vivió desde su sofá -pero con su bombo- la dulce victoria ante los costarricenses: «Los vi fenomenal, el rival no era muy fuerte pero España lo bordó». Cerró su bar por problemas económicos Debido a las dificultades surgidas de la crisis sanitaria del coronavirus, Manolo se vio obligado a cerrar su bar ubicado en la Plaza de la Afición del Valencia CF tras 32 años de actividad. Por aquel entonces, denunció una precaria situación económica e incluso deslizó la posibilidad de vender su mítico bombo para poder subsistir. Ahora, el local situado en los aledaños de Mestalla ha pasado a llamarse 'Bar Cervecería Splash' , que regenta su sobrina Amparo con la ayuda y los vestigio futbolísticos de su tío, que decoran todas sus paredes con historia del fútbol español. «En los días de partidos acudo para hacerme fotos con los aficionados», concluye.