El Nápoles necesitaba ganar y convencer tras la tensión generada por tres jornadas seguidas de la Serie A sin ganar y, sobre todo, por la polémica en torno a
Victor Osimhen. El campeón italiano, que el martes recibirá al Real Madrid en la Champions League, logró con creces el objetivo ante un flojo Udinese mostrando una clara mejoría en su juego (4-1). El triunfo, con gol del nigeriano incluido tras decidir no lanzar un penalti, ayuda a calmar las aguas y da oxígeno al cuestionado
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