Nueva presión sobre el dólar en el mes en que cae fuerte la demanda de dinero
Hoy arranca uno de los meses más desafiantes del año en materia de demanda de dinero. Todos los años, entre finales de enero y principios de febrero, se empieza a reducir la demanda transaccional de pesos por parte de la población, lo que ejerce mayores presiones sobre los dólares paralelos.
El descenso viene antecedido por un pico estacional que se registra en diciembre y se mantiene durante gran parte de enero, ocasionado por la necesidad de tener pesos a la mano para las celebraciones de Navidad, Año Nuevo y vacaciones. Luego, cae en febrero y se profundiza durante marzo.
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Este año habrá dos factores particulares. Uno jugará en contra: la altísima inflación por la que atraviesa la economía argentina. El otro, a favor: la reducción de la Base Monetaria en términos reales desde la asunción del presidente Javier Milei, con las licitaciones del Bopreal de por medio.
De hecho, el economista Juan Truffa sostiene que la caída en la demanda de dinero y su efecto sobre los dólares paralelos será menor a la que habría tenido si no se hubiese implementado el bono para los importadores con deudas en el exterior (Bopreal), lo que ayuda a sacar pesos de la economía.
A pesar de ello, Truffa prevé presiones sobre las cotizaciones paralelas del dólar y cree que la brecha cambiaria se mantendrá por encima del 50%, nivel que anteriormente había estimado como techo, en un contexto en el que además el Gobierno sostiene la lentitud del ritmo devaluatorio.
Menos pesos
Matías De Luca, analista de Empiria, estima que este año la demanda estacional de dinero podría deteriorarse un poco más de lo habitual debido a la altísima inflación argentina, que en promedio viaja a más del 20% por mes, aunque con la ventaja de la reducción en la cantidad de moneda local.
De Luca destaca que entre principios de diciembre y finales de enero, la Base Monetaria más los pases del Central acumuló una caída del 25% en términos reales. Por lo tanto, si bien habrá menor demanda de dinero, también hay menor cantidad de pesos circulando en la economía.
Los pesos que quedan, de acuerdo con su análisis, tendrán que elegir si irán contra bienes o contra dólar. Cuando la inflación es demasiado alta (como ahora) y se encarecen los bienes que son de mayor necesidad que el dólar, afirma, se termina generando una menor presión sobre los tipos de cambio.
Más presión al dólar
Salvador Vitelli, de Romano Group, advierte que la tendencia de la población a disminuir la tenencia de saldos reales en pesos suele presionar a los bienes y servicios e instrumentos financieros. Entre ellos, el dólar, que es la variable que miran los argentinos al momento de proteger su capital.
Probablemente, sostiene, los dólares paralelos no estarán exentos de presiones alcistas durante las próximas semanas en las que descenderá la demanda de pesos. Sobre todo, con una política monetaria que dispone tasas de interés con rendimientos muy negativos en términos reales.
Vitelli afirma que por ahora las cotizaciones paralelas del dólar no han tenido movimientos alcistas muy fuertes, precisamente, gracias al aumento en la demanda de pesos por parte de la población, que se produce a partir de diciembre y se extiende durante gran parte del primer mes del año.
Una vez pasa ese pico en la necesidad de tener pesos, vuelven las presiones cambiarias. Advierte que esta vez la caída en el deterioro en la demanda de pesos puede acentuarse y caer por debajo del promedio histórico, teniendo en cuenta la fuerte negatividad real de las tasas de interés.
Vitelli destaca que hay años en los que el factor estacional influye más que en otros, pero los actuales rendimientos reales muy negativos de los instrumentos en pesos son una "clara señal para huir" de estas posiciones, lo que puede deteriorar aún más la demanda de dinero y presionar más al dólar.