El Barça ha llegado en siete ocasiones a las semifinales de la Champions. Las seis últimas consecutivas. El Brann noruego no fue rival para un equipo estelar, con jugadoras de gran nivel. La demostración más evidente es que puede permitirse el lujo de tener a
Salma de suplente. En cualquier equipo sería la estrella más rutilante a sus 20 años. En este Barça el vestuario mantiene una jerarquía. No es extraño que en el equipo haya las dos ganadoras de los últimos tres Balones de Oro. La superioridad es manifiesta. Como siempre se buscan referentes, este Barça es similar a aquel que dominó Europa desde el 2008 al 2015 con los
Messi,
Xavi,
Iniesta y un etcétera muy largo y muy bueno. Hoy, las
Alexia,
Aitana,
Graham,
Salma o
Rolfö forman parte también de un equipo mítico que está dominando el fútbol con un estilo peculiar, calcado al citado anteriormente. Hay una idea y jugadoras que lo aplican con la insistencia precisa para imponerse. La Champions de este año no está ganada, ni mucho menos, pero la autoridad del equipo de
Giráldez es grande.
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