Estos son todos los cambios en las herencias para 2026: más presión fiscal y mayor vigilancia de Hacienda
En un contexto de envejecimiento de la población, aumento del valor del patrimonio inmobiliario y mayor control fiscal sobre las rentas familiares, la planificación de herencias se ha convertido en una preocupación creciente para miles de hogares en España. A partir de 2026, este escenario se vuelve aún más exigente debido a una mayor vigilancia de la Agencia Tributaria y a diversos ajustes autonómicos que afectarán directamente al Impuesto de Sucesiones. No se trata de una gran reforma legal, sino de un cambio de enfoque que penaliza la improvisación y obliga a anticiparse.
Según explican los abogados de Heritae, la startup española especializada en herencias, "No estamos ante una revolución legal, pero sí ante un escenario mucho más exigente para quien no planifique con antelación. En el año 2026, improvisar una herencia será más caro y más conflictivo", sentencian los profesionales del derechos. El mensaje es claro, el coste económico y emocional de no prever la sucesión aumentará de forma notable si no se adoptan decisiones con tiempo y asesoramiento profesional. De esta manera, la planificación adquiere un valor adicional.
Más control en donaciones y ajustes en el Impuesto de Sucesiones
Uno de los principales focos de cambio es el endurecimiento del control sobre donaciones no declaradas. Hacienda pondrá especial atención en las ayudas económicas entre padres e hijos destinadas a vivienda estudios o gastos personales. “Hacienda está poniendo el foco en transferencias familiares que antes pasaban desapercibidas. En 2026 veremos más comprobaciones y regularizaciones si no se justifica el origen del dinero,” señalan desde la organización. Esto obliga a documentar correctamente cualquier apoyo económico realizado en vida y a valorar su encaje fiscal. Sin embargo, en el último comunicado del Ministerio, esclarecieron la no inclusión de particulares, por lo que hay que ver cómo se desarrolla en la práctica.
En paralelo varias comunidades autónomas han anunciado ajustes técnicos en el Impuesto de Sucesiones con revisión de bonificaciones y una mayor homogeneización de criterios. Aunque seguirán existiendo diferencias territoriales cada vez será más relevante la residencia fiscal real del fallecido y de los herederos. Desde Heritae apuntan que la planificación basada únicamente en cambios de residencia tendrá cada vez menos recorrido, práctica que era recomendada por diversos profesionales del sector pero que podría perder validez el próximo curso.
Los expertos recalcan la importancia del testamento
Otra tendencia que se consolida es el aumento de herencias sin testamento especialmente tras fallecimientos repentinos. Esta situación provoca bloqueos de cuentas bancarias inmuebles sin repartir y conflictos familiares prolongados. "En 2026 seguimos viendo que muchas personas retrasan hacer testamento pensando que no es urgente. El resultado son herencias más largas, más caras y emocionalmente más duras", advierten los expertos. Frente a ello recuerdan que el testamento sigue siendo una herramienta sencilla barata y eficaz que puede ahorrarnos varios quebraderos de cabeza.
Ante la incertidumbre fiscal crece también la planificación en vida mediante donaciones y fórmulas como el usufructo. Cada vez más familias optan por anticipar la transmisión del patrimonio para evitar conflictos futuros y repartir de forma equilibrada. "La planificación en vida será una de las grandes claves de 2026, pero debe hacerse con asesoramiento para no generar problemas fiscales o desigualdades entre herederos" explican.
Endurecimiento de los trámites administrativos
Por último en 2026 cobra mayor importancia la transparencia entre herederos y el cumplimiento estricto del Código Civil. La elaboración de inventarios completos y la prohibición de ocultar bienes serán claves para evitar consecuencias legales. "La ley es cada vez menos tolerante con los atajos. Ocultar bienes o actuar por libre puede acabar obligando a aceptar una herencia con deudas", recuerdan desde Heritae. En un entorno más vigilado la previsión se convierte en la mejor protección del patrimonio familiar.
