Democracia o autocracia: Hay que pensar para hablar y no hablar para pensar
Lo resumió el presidente: si la democracia no funciona, entonces apliquemos la autocracia. Falso, eso es lo que nos quiere vender. Repite y repite epítetos, conceptos en contra de la democracia, que algo queda. Mensajes extremos de odio. Es parte del mercadeo en contra de la forma en que el Estado está organizado. Cuidado, nos está manipulando, nos está usando, todo porque es incapaz de negociar y solo impone su receta.
Hay que pensar para hablar y no hablar para pensar, decía mi abuelo. Precaución y prudencia con lo que le decimos al que tenemos de frente, para no polarizar en exceso, pero nuestros argumentos siempre deben ser a favor de la democracia.
La democracia sí funciona, solo hay que cuidarla, protegerla y es una decisión que está en manos de la mayoría de los costarricenses.
José Luis León Barquero, Tibás
Los adultos mayores y su salud
Los adultos mayores, según recomienda la OMS, deben recibir una valoración geriátrica integral, que aborde sus problemas clínicos y capacidades funcionales, así como sus problemas psicológicos, mentales y sociales. Este es el enfoque del hospital Blanco Cervantes y de algunos hospitales. Asimismo, los Ebaís, con menos recursos, pero con mayor cercanía y accesibilidad, se convierten en una pieza clave para el diagnóstico, la atención clínica y la educación. Este enfoque holístico/preventivo, sumado a las visitas al hogar, reducen las consultas especializadas y hospitalizaciones futuras.
El adulto mayor debe asumir un rol activo en cuanto a su salud. En la era de los teléfonos celulares, es inaceptable que alguien no pueda decir cuál es su presión arterial o su nivel de colesterol y glucosa en su sangre. Para finalizar bien el año, recuerdo el sabio mensaje de un médico budista: “El que no se mueve, se muere”.
Silvia Gagneten Barbetta, Rohrmoser
Deseos de Año Nuevo
Cada año que pasa se lleva un pedazo de nuestra historia, nos emblanquece un poco más el cabello, nos arrebata —sin permiso— alguna lágrima, suspiro o sollozo; y desdibuja un calendario de nostalgias sobre nuestros vulnerables y melancólicos corazones. Por eso, en estos cambios de año, no debemos aferrarnos a recuerdos marchitos, ni intentar ‘rejuvenecer’ antiguas glorias de tiempos idos —todo quedará ahí, en su exacto lugar—, de lo contrario, nos impedirá mirar al futuro con entereza y dignidad, y nos impulsará a ‘sacarnos de la cabeza’ aquello que insiste en brotar directamente del corazón. Un venturoso, próspero y democrático Año Nuevo, para cada uno, y en general, para nuestra patria bendita.
Julio Vindas Rodríguez, San Pablo de Heredia
Gabinete ‘sainetero’
Aprovechando los aires navideños que nos llenan de entusiasmo, quisiera sugerir a esa brillante institución, cumplidora de metas y con alto porcentaje de efectividad, que es el PANI, para que incluya entre sus “eficientes” programas, uno donde se analicen y sean motivo de escrutinio, todos los discursos que niños y adolescentes dan en los centros educativos, especialmente en fechas patrias. Todo lo anterior para no contravenir los postulados del ínclito habitante de Zapote. No estaría demás que esa supervisión se establezca para las reuniones familiares de estos días. No hay que confundir lealtad con servilismo. Basta ya de un gabinete “sainetero”.
Milton González Castro, Tres Ríos, La Unión
Santa se ‘robó el mandado’
Hace unos días leí en La Nación algunas formas curiosas de cómo se le llama a “Santa” en Chile y Costa Rica, porque en nuestro país algunos le dicen Colacho. Lo que muchos no saben es que en nuestra niñez era San Nicolás, Colacho, el ayudante del Niño Dios, quien traía los juguetes y regalos. Las cartas las dirigíamos al Niñito Dios. Yo todavía conservo dos cartitas mías que mi madre, quien ya no está con nosotros, había guardado muy celosamente. El Niñito fue siempre el centro de la Navidad, pero por influencias extranjeras vino Santa Claus, que se quedó como Santa y como se dice en nuestro país, “se dejó el mandado” y tristemente ya casi ni se nombra al Niño Dios.
Ana Isabel Vallejo Fuentes, Heredia
Cartas por WhatsApp
Estimados lectores: recibimos cartas a la columna también por WhatsApp. El número es 6135-0204. Por favor, anoten al pie de su texto, en un mismo mensaje, su nombre completo y lugar de residencia. No publicamos textos si la redacción está enteramente en mayúsculas, tampoco si contienen comentarios ofensivos o lenguaje soez, ni si se sustentan en noticias falsas. La Nación se reserva el derecho de publicación y edición.
Artículos de opinión
Para enviar un artículo de opinión a la sección “Foro”, el texto no debe sobrepasar los 4.500 caracteres con espacios, debe estar bien escrito y ser conciso. Además, es necesario adjuntar una copia de la cédula por ambos lados e indicar su profesión u oficio.
El texto debe enviarse al correo foro@nacion.com en un documento de Word u otro formato editable y debe ser exclusivo para La Nación.
