El velocista cubano que desertó en Barajas, el más rápido de 2024, obligado a dejar de competir
Estaba siendo la gran sensación del invierno. El cubano Jenns Fernández, un velocista de técnica impactante, sorprendía el pasado domingo en la ciudad de Ancona con una exhibición brutal. Participaba en la prueba de 60 metros enfrentándose a velocistas italianos. Arrancó con una fuerza inusitada y se despegó de ellos con facilidad, con soltura. Voló en la pista y a su lado sus rivales parecían atletas infantiles. Detuvo el crono en 6.48, la mejor marca mundial del año, tres metros por delante del segundo clasificado. Después de su explosión (el impresionante video de su carrera ha triunfado en redes sociales) había un gran interés en conocer su siguiente competición. Pero será inexistente. La imposibilidad de salir de Italia para competir (aún no tiene regularizados todos los permisos) ha desembocado en la triste decisión de no volver a correr hasta la temporada de verano. En los próximos Mundiales de Glasgow 'short track' (1-3 de marzo) no podrá competir. Ni como cubano ni como italiano. Código Desktop ????????Jenns Fernandez runs a new Cuban national record and ????world lead 6.48 60m!pic.twitter.com/oZsKwwU93t— Travis Miller (@travismillerx13)
January 28, 2024
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January 28, 2024
Jenns se escapó (como suelen decir los atletas cubanos que deciden abandonar la disciplina de su selección para instalarse en el extranjero) en mayo de 2022. Lo hizo curiosamente en el aeropuerto de Barajas porque sus primeras ideas se centraban en establecerse en España. Con algo de humor se podría afirmar que, en su caso, huir a la carrera no se trató de algo difícil. Fue visto y no visto. Una centella en la terminal del aeropuerto madrileño. El velocista cubano, un joven muy religioso, suele afirmar que «los vientos de la vida» terminaron por llevarlo a Italia. Reside actualmente en Rovereto, norte del país transalpino, una pequeña ciudad de 35.000 habitantes pero de gran tradición atlética. ¿Cuál es el futuro inmediato de Jenns? Su situación de momento es de gran incertidumbre. No puede competir en Glasgow en marzo ni podrá hacerlo este verano en los Juegos Olímpicos, donde su actuación sería decisiva para que Italia pudiera defender su título olímpico en los relevos 4x100 metros. Pero Jenns ni siquiera cuenta aún con la nacionalidad italiana. Tampoco podrá hacerlo en Roma en junio donde verá con impotencia cómo los Campeonatos de Europa se disputarán en su país de adopción. El próximo año se celebrarán los Mundiales de Tokio, competición para la que las autoridades italianas están trabajando contra el reloj con vistas a obtener los permisos de World Athletics. Allí Fernández, que cuenta 23 años en la actualidad, sería una gran baza para los 100 y 4x100 metros. Noticias Relacionadas estandar No Atletismo Carolina Robles y Thierry Ndikumwenayo, nuevos campeones de España de cross Javier Asprón estandar No Atletismo María Vicente vuelve a las combinadas a lo grande: récord de España y líder mundial del año Javier Asprón El caso de Jenns Fernández es el último gran ejemplo de la absurda fuga de talentos que vive su país: Cuba sigue viendo cómo su atletismo se desangra ante la falta de apoyo a los deportistas, quienes a veces se entrenan incluso con malas condiciones de alimentación. La isla continúa detectando y formando descomunales talentos deportivos y devorándolos de forma sorprendente. El triple salto es uno de los ejemplos más ilustrativos. Entre los mejores del mundo están actualmente Andy Díaz, que compite con la camiseta italiana, Pedro Pichardo, ahora portugués, y el español Jordan Díaz. Precisamente este último es un gran amigo de Jenns Fernández. Los 6.48 de Fernández lo mantienen como líder del ranking mundial 2024 y constituyen un nuevo récord nacional cubano de los 60 metros. Sin embargo, en su país la noticia ha sido silenciada como suele suceder con los atletas que deciden abandonar la disciplina de la selección cubana y afincarse en otros países para continuar su carrera deportiva. Los planes actuales de Jenns pasan por centrarse de nuevo en sus entrenamientos en las pistas de Rovereto, olvidarse de la competición internacional y regresar a la competición en junio, ya en la distancia de 100 metros lisos. Quizá en ese momento ya dispondrá de autorización para cruzar la frontera italiana y disputar las reuniones de la Liga del Diamante. Un enfrentamiento con los estadounidenses Kerley y Lyles sería uno de los platos fuertes del verano. Pero no podrá ser en París. El sueño olímpico deberá esperar otros cuatro años. El joven Jenns ha de centrarse en potenciar su velocidad… y su paciencia.