Las claves del acuerdo que permitirá al Sinn Féin gobernar por primera vez en Irlanda del Norte

El partido que sirvió como brazo político del IRA nombrará a su primera ministra principal tras el fin del boicot de los unionistas

Los unionistas norirlandeses abandonaron el Gobierno de Belfast hace dos años tras rechazar de plano la implantación del Protocolo del Brexit para Irlanda del Norte. El texto imponía controles fronterizos entre Gran Bretaña y la provincia con la máxima de evitar levantar una frontera física en la isla de Irlanda, una cláusula incluida en los Acuerdos de Viernes Santo de 1998. Desde la óptica del probritánico Partido Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés), el acuerdo ponía en serio riesgo sus vínculos con el resto de Reino Unido en un momento en que los nacionalistas del Sinn Féin daban pasos hacia la reunificación de Irlanda.

Esa decisión se ha mantenido inamovible durante 23 meses. Hasta esta semana. El Gobierno de Rishi Sunak remitió a la ejecutiva del DUP una nueva propuesta que los unionistas no pudieron rechazar después de un duro debate interno que se prolongó durante cinco horas y que acabó orillando las posiciones más intransigentes de la formación. El líder del DUP, Jeffrey Donaldson, fue el encargado de anunciar ya en la madrugada del martes que los suyos pondrían fin al boicot impuesto hace dos años sobre el Ejecutivo norirlandés y la Asamblea autónoma, Stormont, paralizada desde febrero de 2022. Había acuerdo.

¿Qué ha cambiado?

Este miércoles se han conocido los términos. Donaldson ha celebrado «la desaparición» de la frontera entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte para las mercancías que cruzan Reino Unido. En adelante, «no habrá controles, ni controles físicos ni controles de identidad, sobre las mercancías que se trasladen desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte y que permanezcan dentro de Reino Unido», confirmó el líder del DUP después de que Downing Street hiciera públicos los términos del pacto en base al Acuerdo Marco de Windsor. Este texto, refrendado hace casi un año por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sustituyó al protocolo de Irlanda introduciendo una serie modificaciones, pero manteniendo a la provincia dentro del mercado único comunitario y del mercado interno británico.

«Los únicos controles que se llevarán a cabo serán los de las mercancías que entren en la Unión Europea o puedan trasladarse a la Unión Europea», remató Donaldson. El acuerdo contempla también una enmienda a la «Ley de Retirada», por lo que no se aplicará de manera automática el nuevo marco regulatorio impulsado por la UE en Irlanda del Norte. Stormont se reserva la capacidad de bloquear la aplicación de nuevas leyes comunitarias en la provincia.

El DUP se ha abierto finalmente a formar Gobierno con los nacionalistas del Sinn Féin porque, entre otras cuestiones, el renovado acuerdo con Londres blinda el estatus constitucional de Irlanda del Norte dentro de Reino Unido. Así, Stormont y el Ejecutivo norirlandés serían restablecidos «antes de que acabe la semana», según las cábalas del dirigente republicano Conor Murphy.

El acuerdo entre Londres y el DUP permite poner fin al vacío de poder en las instituciones de la provincia, en las que unionistas y nacionalistas irlandeses están obligados a repartírselo en virtud de los acuerdos de paz firmados hace 26 años. El pacto será refrendado con toda probabilidad este jueves en Westminster. Su aprobación exprés permitiría reabrir Stormont este mismo viernes, o incluso el sábado, dejando atrás un bloqueo institucional que, lejos de ser una anomalía, se suma a los antecedentes de 2017 y 2020.

El primer punto del día en la Asamblea será elegir a un nuevo speaker. El presidente de la Cámara debe contar necesariamente con el respaldo parlamentario tanto de unionistas como de nacionalistas. La tradición establece que ambas fuerzas vayan rotando. En esta ocasión, quien se perfila como principal aspirante para suceder al republicano Alex Maskey es el probritánico Edwin Poots.

¿Cómo se elige al ministro principal?

Elegido el speaker, los partidos norirlandeses pasarán a nombrar a los cargos de ministro principal y viceprimer ministro, que, a pesar de sus títulos, gobiernan de manera conjunta. Hasta la entrada en vigor del Acuerdo de St Andrews de 2006 y otras disposiciones posteriores, ambos eran elegidos directamente las mayorías en la Asamblea. Ahora, sin embargo, el proceso es más complicado. Ministro principal y viceprimer ministro son elegidos por el partido mayoritario dentro de la mayor designación política –los unionistas– y el partido mayoritario dentro de la segunda mayor designación política –los nacionalistas irlandeses–, respectivamente.

Sin embargo, las elecciones de mayo de 2022 –celebradas poco después del boicot impuesto por el DUP– colocaron al Sinn Féin por primera vez como primera fuerza parlamentaria por un estrecho margen de 27 escaños frente a los 25 del DUP. Por eso, el antiguo brazo político del IRA puede reclamar el cargo de primer ministro, algo que ya ha hecho.

«Será un momento de gran trascendencia, no solo porque llevemos tanto tiempo sin Gobierno, sino porque será la primera vez que tengamos un primer ministro del Sinn Féin, un primer ministro nacionalista», dijo el martes su líder, Mary Lou McDonald, que dijo haber dado «la vuelta a la rueda» colocando el objetivo de la «reunificación» a su alcance.

No será McDonald, sino su adjunta, Michelle O'Neill, quien asuma presumiblemente el puesto. Nombrada la ministra principal, las distintas fuerzas políticas designarán a los nueve ministros en función de su representación parlamentaria. Solo hay una excepción: el nombramiento del titular de Justicia. El titular de este departamento es elegido desde 2010 por votación intercomunitaria de toda la Asamblea. Llegados a este punto, Irlanda del Norte recuperará la gobernabilidad.