La cigarra Sánchez
La economía global se enfrenta a lo que puede suponer el periodo de cinco años con menor crecimiento en los últimos 30
Hasta al más zopenco le enseñaron de pequeño la fábula de la cigarra y la hormiga. Tan antigua es la historia que se atribuye a Esopo, allá en la época arcaica. Sin embargo, aunque es bien sabido que el ahorro y la inversión son un signo de riqueza, hay gobiernos, como el nuestro, emperrados en dilapidar lo que no hay. Y eso pese a las advertencias en todos los frentes de que hay que atarse el cinturón.
Según advierte el Banco Mundial, la economía global se enfrenta a lo que puede suponer el periodo de cinco años con menor crecimiento en los últimos 30 . La institución etiqueta incluso la década actual como la de «las oportunidades desperdiciadas», pese a que reconoce que estamos algo mejor que hace un año, puesto que el riesgo de recesión mundial ha disminuido.
En su nuevo informe, la institución intuye que las perspectivas a medio plazo de muchas economías en desarrollo se han enturbiado. Todo ello unido a las condiciones financieras más restrictivas de las últimas décadas. Así, prevé que en 2024 el crecimiento del comercio mundial será solo la mitad del promedio registrado en la década anterior a la pandemia, mientras que es probable que los costes de endeudamiento sigan siendo elevados.
La zona euro, que en 2023 habría crecido un 0,4%, vuelve a salir peor parada que Estados Unidos, con una expansión esperada este año del 0,7%, en vez del 1,3% anticipado previamente, que en 2025 pasará a ser del 1,6%, siete décimas menos. Ante este panorama, hay países que siguen gastando a manos llenas y otros donde sus gobernantes, como Pedro Sánchez, siguen mofándose de sus homólogos «hormigas» sin hacer nada al sol.
Alemania, reducirá su deuda pública en porcentaje sobre el PIB desde el pico del 69,3% de 2021 a un 64% a finales de este año. España, que casi la dobla a cierre de 2023, no bajará del 100% del PIB hasta 2030. El coste solo en intereses para este año superará los 40.000 millones.
Cuando Sánchez se marche a vivir del cuento dejará esa losa a los demás, sobre todo a los jóvenes, que deberían de pensarse mucho su voto si lo que quieren es progresar de verdad.