¿Qué santo se celebra hoy, 20 de abril? Todo lo que debes saber del santoral de hoy
La Iglesia Católica rinde homenaje a Santa Inés de Montepulciano, que en vida experimentó numerosos eventos sobrenaturales y a San Anastasio de Antioquía defensor de la fe cristiana
Hoy, 4 de abril, el santoral de la Iglesia Católica conmemora a varios beatos y santos que han formado parte de la historia del cristianismo. Además de ser una forma de honrar a los santos y beatificados, también sirve como una guía para los católicos, que pueden encontrar inspiración en las vidas y obras de estos santos. Hoy celebramos a varios santos, pero los que más destacan son Santa Inés de Montepulciano y a San Anastasio de Antioquía.
Santa Inés de Montepulciano: Vida y Legado de una Santa Dominica
Santa Inés de Montepulciano, nacida en el año 1270 en una familia acomodada de Graciano, cerca de Orvieto-Italia, dejó un legado espiritual que trasciende generaciones. Desde temprana edad, su devoción y determinación la llevaron a emprender un camino de santidad que impactaría profundamente a quienes la conocieron.
A los nueve años, obtuvo el permiso familiar para unirse a las monjas de un convento en Montepulciano, donde vistió el humilde escapulario de "saco". Seis años después, fundó un monasterio en Proceno junto a su maestra de convento, Margarita, siendo nombrada abadesa (madre superiorara)a la temprana edad de quince años.
Durante dieciséis años, lideró el monasterio con sabiduría y devoción, realizando incluso visitas a Roma para asegurar la protección del monasterio ante posibles ambiciones injustas. Más tarde, ante el deseo de los vecinos de Montepulciano, fundó otro monasterio en la ciudad, transformando espiritualmente la juventud del área.
A lo largo de su vida, Santa Inés experimentó numerosos eventos sobrenaturales, documentados por Raimundo de Capua en su obra "Legenda", destacando su conexión con figuras como Agustín, Domingo y Francisco. Su devoción y entrega al servicio de Dios fueron admiradas incluso por Santa Catalina de Siena, quien elogió su humildad, amor a la Cruz y fidelidad a la voluntad divina.
El legado de Santa Inés de Montepulciano perdura a través de los siglos, recordándonos el poder transformador de la fe y la entrega sincera al servicio de Dios. Su vida ejemplar continúa inspirando a generaciones de fieles, siendo un faro de luz en la historia de la Iglesia.
Anastasio de Antioquía: Legado y controversias de un patriarca
San Anastasio, un patriarca notable del siglo VI, es recordado en Oriente con especial devoción, celebrándose su fiesta este 20 de abril. Su legado está marcado por su posición firme en temas teológicos y su tumultuosa relación con los poderes imperiales de su época.
La historia de Anastasio está envuelta en cierta controversia sobre su origen y su ascenso al patriarcado de Antioquía. Se debate si era de origen palestino y si alguna vez fue monje en el monasterio del Sinaí. Antes de convertirse en obispo, sirvió como apocrisiario, un representante de su obispo. Se cree que asumió este cargo en Constantinopla o en Antioquía, sirviendo posiblemente bajo el patriarca Apolinar.
Su gestión como patriarca estuvo marcada por su valiente oposición al edicto de Justiniano sobre el aftardocetismo, que afirmaba que los sufrimientos de Cristo durante la Pasión fueron producto de un milagro especial. Anastasio lideró un concilio en su metrópoli, reuniendo a 195 obispos que se negaron a aceptar la doctrina de los fantasiastas, también conocidos como julianistas. Aunque esto provocó la ira de Justiniano, la muerte del emperador evitó represalias inmediatas.
Sin embargo, su confrontación con el poder imperial continuó, y en 570 fue destituido por el emperador Justino II, quien lo acusó de difamar al emperador y de malversar los recursos de la Iglesia. Anastasio fue desterrado a Jerusalén y reemplazado por Gregorio, un monje del Sinaí.
A pesar de sus conflictos, mantuvo una estrecha amistad con Gregorio Magno, quien finalmente logró su rehabilitación en 593 bajo el emperador Mauricio. Regresó a su sede patriarcal y continuó su episcopado hasta su fallecimiento.
El legado teológico de Anastasio se refleja en sus escritos, donde abordó temas como la Trinidad, la encarnación divina y la pasión de Cristo. Su obra polémica y dogmática influyó en los teólogos bizantinos posteriores, siendo recordado por su claridad y exposición casi escolástica de la fe.
Aunque su muerte exacta es motivo de debate debido a la existencia de un homónimo sucesor, Anastasio II, su legado perdura en la memoria de la Iglesia, conmemorándose como un mártir en los libros litúrgicos griegos.
Además de rememorar a Santa Inés de Montepulciano y a San Anastasio de Antioquía, también se debe recordar a los siguientes santos:
- San Crisóforo
- San Endón abad
- Santa Heliena de Laurino
- San Marcelino de Embrún
- San Marciano de Auxerre
- San Secundino de Córdoba
- San Teodoro Triquino
- San Vihón de frisia
- Beato Anastasio Pankiewicz
- Beato Antonio Page
- Beata Clara Bosatta
- Beato Domingo Vernagalli
- Beato Geraldo de Salles
- Beato Mauricio MacKenraghty
- Beato Simón de Todi Rinalducci