La primera parte fue un ‘show’ del Liverpool de Klopp. El técnico alemán, que no ha ganado nunca a Erik ten Hag en Old Traffford (dos partidos hasta la fecha, y tres con este), estaba decidido a recuperar el liderato que había ‘asaltado’ el Arsenal ayer. Lo máximo que se acercó el equipo local a la portería de Kelleher (Alisson sigue lesionado) en los minutos iniciales fue el gol anulado a Garnacho por fuera de juego a los pocos segundos de arrancar el partido. A partir de ahí, recital del equipo de Anfield.
Un gran Liverpool… de inicio
0-15 fue el saldo de disparos tras los primeros 45 minutos. Klopp se lamentaba de que su equipo solamente se fuera 0-1 al túnel de vestuarios. En un partido algo ‘loco’ y sin mucho control, Luis Díaz anotó aprovechando el desastre defensivo que fue la zaga ‘mancuniana’. Darwin peinó al segundo palo y el colombiano superó a un Onana que salvaba el empate hasta entonces.
El aluvión de ocasiones siguió llegando a favor del equipo ‘red’. Salah, Luis Díaz y Darwin estaban con la flechita para arriba… pero les faltaba finalizar. Generaban, pero no marcaban. Mac Allister y Szoboszlai se sumaban a la fiesta llegando desde segunda línea e incluso Bradley (titular ante la baja de TAA) se soltaba en ataque. Ten Hag, mientras, suspiraba… el 0-1 era un milagro.
El United sabe sobrevivir
La segunda parte no parecía diferente. El Manchester United, superadísimo en el mediocampo con un Casemiro sobrepasado, resistía como podía. El Liverpool, perdonaba. Pero el 0-2 no llegaba… y apareció Bruno Fernandes. Quansah, que estaba cuajando un gran partido, ‘regaló’ el empate al luso… ¡que disparó desde casi mediocampo ante la mala cesión del central!. Kelleher, algo adelantado y descolocado, poco pudo hacer. ‘Déjà vu’ de lo ocurrido en la FA Cup.
Y es que el gol de Bruno Fernandes igualó todo. Al Liverpool le entraron las dudas y la meta rival se le hizo aun más pequeña. El United, como en la eliminatoria copera que ganaron 4-3 el mes pasado, se vino arriba. Y remontó. Kobbie Mainoo, que ya es presente y futuro a sus 18 años, marcó su primer gol en el ‘Teatro de los Sueños’. Y qué tanto. Control orientado y disparo al palo largo. Precioso. 2-1. Klopp no quería creérselo; Arteta, mientras, lo celebraba en Londres. Y Pep a escasos kilómetros de Old Trafford.