Lo llaman amnistía pero es inmunidad
Decía Voltaire que “quien perdona el crimen se hace su cómplice”. De esa misma opinión, cargada de escepticismo en lo que concierne a los efectos benéficos del perdón, era su colega Rousseau, que dejó escrito: “Conozco demasiado a los hombres para ignorar que con frecuencia el ofendido perdona, pero que el ofensor no perdona jamás”. Estas dos frases de los padres espirituales de la revolución francesa podrían muy bien ser utilizadas como resumen de ese formidable despropósito que es la Ley de Amnistía, cuyo penúltimo capítulo se desarrolló ayer en el Congreso de los Diput ...