Cuando R., antropóloga que ha desarrollado un gran olfato para leer y entender las sociedades, regresó de Santiago de Chile hace unos meses, percibió no solo el descontento social, sino la represión en la que viven los jóvenes chilenos. Cualquier manifestación callejera, así fuera un performance artístico o la más pequeña manifestación, era prohibida por la autoridad. Los ecos de la dictadura seguían ahí, personificados en unos Carabineros empoderados y que disparaban los gases lacrimógenos a la menor provocación. Читать дальше...