Sinner se sienta con los grandes a lo grande
Nervioso, sonriente, rizos sueltos sobre la frente, Jannik Sinner , 22 años, se expresa con timidez frente al micrófono: «Ojalá todo el mundo tuviera unos padres como los míos que me dejaron hacer lo que yo quería. Deseo esa libertad para todos los niños». Y acaba el discurso con un «no sé qué más decir», mientras se suelta con una sonrisa que la copa Norman Brookes le devuelve multiplicada por todos los campeones que pasaron antes por ahí. Él ya está con ellos, sentado a la mesa de los grandes después... Читать дальше...