Una temporada de 150 años
Se puede decir que aún vivimos en la larga temporada infernal que un joven francés urdió en el siglo XIX . Como un ajuste de cuentas con un verdugo invisible, no hay tema que no fustigue, no hay preocupación que no sea tratada con vocación definitiva: la división del trabajo, la industria, la ciencia como la nueva religión, la visión del progreso como mejoramiento humano, la utopía. Su infierno era atroz, pero supo ver la salida, dejó alguna puerta abierta para que entrara la esperanza de las blancas naciones jubilosas del mañana. Читать дальше...