Al poco de pisar Barcelona como entrenador del PSG y después de etiquetarse como uno de los abanderados del estilo Barça, Luis Enrique aseguró que no venían a especular, sino a ganar, aunque delante tuviera a uno de los equipos de su corazón. Y el guión del partido, favorecido por la expulsión de Araujo, le vino a dar la razón. El técnico, a quien no le salió lo planeado en la ida, sacó pecho por el juego sin desmerecer nunca al Barça. Y lo dijo nada más sentarse en la sala de la prensa. “Ha sido difícil jugar contra el Barça desde el plano sentimental. Espero no jugar muchas más veces contra el Barça”, soltó, valorando su juego y sus jugadoras. En el banquillo no pudo contener la alegría y se fue elogiando a Xavi, “a quiene spero ver muchos años en el Barça”.
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