El impacto de las cosas caras
Entre la armonía de Diego Urdiales y la autoridad de Roca Rey, a cuyo reclamo volvió el ambiente a San Lorenzo, transcurrió una interesante corrida de Victoriano del Río, con los variados matices de la casta y con el lote más potente, cómo no, para José María Manzanares. Su desatino con el acero borró la foto de la triple puerta grande. El poso de Urdiales descorchó la tarde. A la altura del brindis su pieza: Roberto Domínguez fue el destinatario. Un bolero traía cada serie, como el nombre del toro, que cambió a mejor, abriéndose en la muleta. Читать дальше...