Era Juan Pablo la voz recia, el análisis templado, el espíritu independiente, el periodismo profundo, el coraje moral, la honestidad en el trabajo. Era el compañero ideal, el amigo fiel, el padre entregado, el hombre de principios, el observador que nunca perdía el sentido de la orientación en medio del caos. Era la sonrisa de filo irónico que casi podía verse a través de la radio. Era el profesional íntegro, bien informado, atento, lúcido, cálido, sensible, humano. Era el comentarista serio, alejado de la banalidad y el populismo informativo... Читать дальше...