Si el Gobierno dio carpetazo a la crisis de los trenes de ancho métrico con un doble cese, la Xunta no iba a tardar en pasar página. Este martes, mientras el Consejo de Ministros aprobaba el nombramiento de Raül Blanco como presidente de Renfe, en sustitución de Isaías Táboas, y de David Lucas como nuevo secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en lugar de Isabel Pardo de Vera, el ejecutivo gallego ya les ponía deberes en forma de petición de « más sensibilidad y más compromiso » con Galicia. Palabras de la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, en la misma línea que las del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en Onda Cero. Vázquez comentó que las responsabilidades políticas eran «necesarias y exigibles» ante unos «errores graves». A partir de ahí, a Galicia lo que le interesa es que el Mitma tenga en cuenta que «hay un déficit enorme en materia de infraestructuras del Gobierno de España» con la Comunidad; punto en el que enumeró la reconstrucción del viaducto de la A-6, la demora en la llegada de los trenes Avril para acabar de implantar la alta velocidad y la reposición de los servicios ferroviarios, recortados en pandemia. «Pedimos a los relevos más sensibilidad, más implicación y más compromiso», insistió. Rueda, en paralelo, dijo de Pardo de Vera que «no deja un buen recuerdo en Galicia», su tierra, y espera que su sucesor «sea un poco más sensible» que la lucense, que hacía «muchos anuncios» que quedaron en «estudios y promesas». «Hay muchas cosas que podía hacer y no hizo », incidió, según recogió Ep. Al hilo de la polémica que motivó el doble cese, la conselleira de Infraestruturas lamentó que el Mitma trasladó que implantaría la gratuidad del servicio ferroviario en Asturias y Cantabria, a modo de compensación; pero no así en Galicia, donde, recordó Vázquez, también se da una afectación por el contrato fallido de dichos trenes. En concreto, citó el caso de la línea Ferrol-Ribadeo. « Solicitamos el mismo trato », señaló, y que «esos servicios gratuitos» lo sean también en Galicia, añadió. Pero no acabaron ahí las quejas: la Xunta, explicó, solicitó una reunión al Mitma y participar junto a Asturias y Cantabria, pero Galicia no fue convocada. Un agravio comparativo que igualmente llamó a subsanar. Preocupación por la A-6 Donde sí tomó parte la Xunta —no podía ser de otra forma— fue en la reunión a tres bandas con Castilla y León y el ministerio, el lunes, por la reconstrucción del viaducto de O Castro, en la A-6 , ocho meses después de venirse abajo. Y tampoco aquí obtuvo la consellería buenas noticias. Vázquez reveló que están «profundamente preocupados» porque la previsión es que esa reparación completa se dé «muy a largo plazo», con una «demora de muchos años». La conselleira desveló que «aún se empieza ahora» con la demolición de los viaductos, lo que se traduce en un «importante retraso» y «falta de reacción» del Mitma, que además incurre en una «doble rectificación». En primer lugar, no solo se van a reponer los tableros, sino también las pilas y las cimentaciones. Y en segundo lugar, generan inquietud las fechas. Si en dirección Madrid la Xunta alberga «serias dudas» de que esté listo para este año de forma plena, lo «más grave» es que en dirección Galicia se demorará todavía «muchos años» . Ante esta «falta de implicación» y «desinterés», se solicitará la «reconstrucción simultánea» de ambos viaductos de una infraestructura clave, anunció.